Banner Top

Marca: El aprendiz de Loeb

En una entrevista relizada por Nacho Villarín para Marca se dice que a sus padres no les dio por llamarle Sébastien -hubiera sido ya demasiada casualidad...- pero, en lo deportivo, su analogía con Loeb y Ogier -los culpables de que ese nombre resuene con ecos de campeón en el Mundial de Rallies-, son inevitables...

Stéphane Lefebvre se ha convertido en la nueva perla de la cantera francesa, un país que está gozando de un periodo tan espléndido en esta especialidad, que busca ya al campeón del mañana. Al tercer eslabón de su cadena. Al relevo natural de sus grandes prodigios: los dos Seb.

"Loeb es mi ídolo, mi referente, él me aconseja la estrategia a seguir" Lefebvre, de momento, se está postulando para ello. Y aunque aún es difícil valorar si goza de tanto talento como los hombres a los que pretende emular, lleva buenas mimbres, desde luego.

El joven galo (24 años) comenzó a correr rallies siguiendo el ejemplo de su padre -mecánico de profesión-. Y rápidamente despuntó en su país dentro del Volant Peugeot, la misma copa de promoción en la que debutaron en su día Loeb y Ogier. Aunque no llegó a lograr el título, sus demostraciones por los tramos patrios le valieron para granjearse el apoyo de la Federación Francesa (FFSA), y también de Peugeot, con la que efectuó varias apariciones en el Europeo.

El pasado año, gracias al apoyo de un restaurante de Montpellier, Lefebvre pudo dar el salto al Mundial Júnior -constituido ahora como monomarca de Citroën-. Pero después de ganar la primera cita en Portugal, se quedó sin presupuesto para continuar.

Entonces, el piloto más laureado de su país, nada menos que Loeb, abogó por él y convenció a su patrocinador personal, Red Bull, para que financiara la temporada de su protegido. Una ayuda providencial, a la que el joven galo correspondió como era menester: ganando el campeonato a la primera intentona, así hicieron antes Seb, su gran valedor (2001), y también Ogier (2008).

Contacto fluido con Loeb
Desde ese momento, Lefebvre mantiene un contacto fluido con Sébastien Loeb. "Antes de cada rally hablo siempre con él para que me aconseje la estrategia a seguir. Es mi ídolo, mi referente. Me siento muy afortunado de tenerlo como preparador", reconoció el muchacho en una charla con MARCA en el Rally de Alemania.

El amparo del alsaciano, y la solvencia que demostró el pasado año, durante su primera campaña en el Mundial junior, le ha permitido ganarse, asimismo, la confianza del equipo Citroën, que está apoyando esta temporada la carrera del joven francés, como hicieron años atrás con otros jóvenes talentos, véase Sordo, Ogier, o el propio Loeb.

Después de ganar su categoría en Monte-Carlo, Lefebvre ha vivido una azarosa campaña hasta la fecha. Varias averías y algunos errores le han impedido mantener la trayectoria ascendente que había seguido hasta ahora. No obstante, sus jefes le dieron la oportunidad de debutar con un WRC en Alemania, donde está cuajando una buena actuación. Marcha décimo, por delante de su antiguo rival en el Volant Peugeot, Abbring. Hasta marcó el segundo mejor crono en un tramo.

La esperanza de Citroën
Con una carencia de resultados como la que atraviesa desde hace dos años, Citroën tiene depositadas muchas esperanzas en el piloto de Nœux-les-Mines (al norte de Francia, cerca de la frontera belga, el país de origen de su copiloto, Stéphane Prevot, otrora navegante de Chris Atkinson). Pero la continuidad de la marca en el Mundial no está asegurada (a final de año, decidirán).

Por tanto, el porvenir de Lefebvre dependerá, en gran medida, del futuro de la escuadra de Versalles. Y de los resultados que logre alcanzar para demostrarse merecedor del paraguas de Loeb; el modelo en el que se mira, un ídolo al que pretende imitar.

"Ojalá pueda correr como oficial de una marca con un WRC, y, a partir de ahí, intentar alcanzar los mismos éxitos que él", anhela el joven galo, la nueva perla de la cantera francesa, el diamante en bruto de Citroën. Un muchacho con talento y maneras, que está ejerciendo, además, como aprendiz de campeón.