Revys Motor Sport, satisfecho a pesar de las dificultades

La escudería Revys Motor Sport, organizado del Rally Senderos de La Palma, hace un resumen final del evento celebrado este pasado sábado.

Como broche final, el aplauso que los presidentes de la Federación Insular de Automovilismo de La Palma, Pedro Pérez “Madalú” y su homólogo de la Federación Regional, Carlos Gaztañaga, la alcaldesa y la concejal de Deportes del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, Noelia García Leal y Lorena Hernández Labrador, los consejeros de Hacienda y Planificación del Cabildo Insular de La Palma, Luis Camacho y Gonzalo Pascual, el alcalde de San Andrés y Sauces, Francisco de Paz y los representantes de Disa y el Grupo Cicar Orvecame rindieron a los 24 pilotos y copilotos que cruzaron la línea de meta y a la afición que aguantó sin moverse hasta ver pasar al último de los clasificados.

Ni la edad, ni las inclemencias del tiempo o las exigencias del guión pudieron con ellos que mantuvieron su confianza y lucharon hasta el final con la sana intención de disfrutar de su gran pasión, el mundo del motor y, de paso, brindar a los aficionados al mundo del motor el espectáculo que habían venido a presenciar en el 42 Rallye de Senderos.

Así lo experimentaron a lo largo de la mañana los 74 pilotos y copilotos que partieron del complejo deportivo El Jable para conquistar un puesto en la clasificación de la 42 edición del Rallye de Senderos. El mejor premio el de alcanzar la meta y recibir en la rampa la ovación y el homenaje del público asistente mientras agradecían a todos cuantos les han permitido convertir en realidad su sueño al volante de esta competición.

No fue un Rallye cómodo ni fácil. Y es que el Rallye de Senderos no regala victorias. Lejos de ello, plantea a los pilotos la necesidad de combinar su destreza y la potencia de sus vehículos con la concentración que requiere participar en una prueba de esta naturaleza y las exigencias de un rutómetro que entrelaza los tramos de la zona norte con los del casco urbano de Los Llanos de Aridane. Todo ello inmersos en un ambiente caluroso, en el que las elevadas temperaturas retaron al máximo a los motores, los frenos y los neumáticos que junto con los pilotos y copilotos se vieron obligados a darlo todo en su intento por acabar victoriosos la prueba.